escritos por Josemari Esparza Zabalegi
que tuve el honor de ilustrar.
Eskerrik asko, JM!
---------------------------------------------
El Presidente Sanz ha visitado a la “comunidad” navarra en Argentina, según, para remarcar nuestra singularidad como autonomía diferenciada. En la prensa lo vimos cantando que le “dieron la una y las dos y las tres” a lo Sabina, lo que explica bastante su concepto de diferencialidad. Claro que siempre es mejor eso que intentar bailar el Agur Jaunak, como el día de marras…
Cuando Sanz y los suyos hablan de “diferencialidad” no se refiere, sabido es, a nuestras diferencias con los indios patagones, sino con el resto de los vascos. Lo cual, dicho además en América, es una solemne memez. Desde la Tierra de Fuego al Canadá no encontraremos un solo lugar donde los hijos de estas provincias no anden mixturados y en rebaño común. Como dice Caro Baroja en La Hora de Navarra del XVIII:
Cuando Sanz y los suyos hablan de “diferencialidad” no se refiere, sabido es, a nuestras diferencias con los indios patagones, sino con el resto de los vascos. Lo cual, dicho además en América, es una solemne memez. Desde la Tierra de Fuego al Canadá no encontraremos un solo lugar donde los hijos de estas provincias no anden mixturados y en rebaño común. Como dice Caro Baroja en La Hora de Navarra del XVIII:
“Fuera, lejos, los navarros se agruparán con los navarros y de modo más amplio con los vascongados en general”.Eso lo sabe hasta el último corellano que acabó de lechero en Mar de Plata, y lo saben también millones de americanos que blasonan el abolengo. Sea en la llanadas de la Pampa o California, sea en cualquier barrio porteño, un Górriz de Olite se entreverará sin dificultad con un Irisarri bajonavarro o un Altuna vizcaino, en la cancha de cualquier frontón.