escritos por Josemari Esparza Zabalegi
que tuve el honor de ilustrar.
Eskerrik asko, JM!
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Expresión bravucona y paleta, muy del gusto de determinados paisanos, que ha inspirado titulares y cabeceras de panfletos y revistas de los sectores navarros más españolistas. La expresión proviene de la letra de una jota ramplona, escrita por el aragonés Eusebio Blasco:
Cante Navarra sin miedocante Navarra y más cantesi se hunde el mundo que se hunda
Como se ve, una jota muy solidaria en caso de catástrofes mundiales. Hasta el penúltimo verso tuvo que ser cambiado, por la reacción que produjo en algunos sectores religiosos:
Navarrico valiente
nadie puede con ti
que ni Dios pué contigo
pues que Dios te hizo así
Al escritor Manuel Iribarren Paternain, franquista pero inteligente, la jota le sulfuraba: “Navarra siempre p’alante siempre me ha producido, desde que la oí por primera vez, indignación y sonrojo… Porque Navarra es precisamente todo lo contrario de lo que esa chabacana letra pregona”.
Hasta tal extremo la expresión es del gusto del navarrismo oficial (tan incrustado en el negocio de las empresas constructoras concesionarias de obras públicas), que pusieron el nombre de NASIPA (Navarra siempre p’alante) a una de sus sociedades estrella. Aunque algunos denominan a NASIPA, con mejor tino, “Nuestros Asuntos Siempre P’alante”.
La penosa y manida letra de la jota nada tiene que ver con la brillante composición musical de Joaquín Larregla y Urbieta, famoso pianista y compositor navarro nacido en Lumbier en 1865. En 1882 Arrieta lo impulsó a Madrid donde aprendió composición, piano con Zabalza y armonía con Aranguren. Sarasate lo hizo participar en los conciertos de San Fermín de 1885 y 1889. En 1907 interpretó en el teatro Gayarre de Pamplona el zortziko Laurak-Bat, (las cuatro, una) cuya letra reprodujo la prensa:
En la viril Navarra
se alzó la libertad
y en los eúskaros montes
la Cruz signo de paz
Vizcaya nos da el hierro
con que hemos de forjar
las armas que defienden
la libertad foral
En 1915 estrenó los Preludios Vascos del Padre Donostia. Su jota para piano Viva Navarra dio la vuelta al mundo. Para el teatro escribió La Roncalesa y Martín Anurés, que se interpreta hasta hoy y que el propio autor llamaba Rapsodia Vasco Navarra.
Como todos los artistas navarros de su época, Joaquín Larregla fue un divulgador de la unidad de la Euskal Herria, pero eso casi nadie lo menta. Prefieren recordarlo unido a la penosa letra de jota del aragonés. ¡Ay ridiós! Qué burricos semos y siempre p’alante…
Iruzkinak. Bota hemen zurea:
es que son navarrrrrrrrros,casi na
ErantzunEzabatuPues sí, Lorezaharra. Y eso que seguramente te has dejado 4 o 5 erres –que todas les parecerán pocas–.
ErantzunEzabatuNo sólo son "perfectos, además son navarrrrrrros", como decía aquella camiseta presuntamente reivindicativa de la navarrrrrridad.