Aún recuerdo cuando la sola visión de aquellos horrorosos coloreados de películas clásicas provocaba el rechazo general. Eran una horterada y una cutrez.
Hoy me acuerdo de aquello porque me he topado en la red con la sueca Sanna Dullaway. Una profesional del retoque de imagen que tiene un don para colorear y restaurar fotografías, hasta el punto de hacernos dudar de si realmente fueron tomadas en blanco y negro.