Cabría esperar una cierta coherencia entre lo que La Caixa dice que ofrece y lo que realmente enseña. Cabría pensar que hay una(s) gran(des) agencia(s) detrás de sus campañas de imagen, de fortalecimiento de marca, de reputación social… Cabría exigir, incluso, que La Caixa fuera vanguardia en todos estos frentes tras largos años de financiación pública.
